martes, 27 de febrero de 2018

DEBATE POLITICO Y ARENA MEDIATICA

DE LAS ZONCERAS 

ABIERTAS DE ANERICA LATINA
“Las lenguas populares se han vuelto para nosotros tan inútiles como la elocuencia. Las sociedades han cobrado su forma última: en ellas no se cambia nada si no es con cañones y dinero; y como ya no se tiene nada que decir al pueblo, salvo dad dinero, se le dice con carteles en las esquinas de las calles o con soldados dentro de las casas. No es necesario reunir a nadie para eso: por el contrario, hay que mantener dispersos a los sujetos; y esa es la primer máxima de la política moderna (…) Ahora bien, yo sostengo que TODA LENGUA CON LA QUE UNO NO SE PUEDA HACER OÍR POR EL PUEBLO REUNIDO ES UNA LENGUA SERVIL; es imposible que un pueblo siga siendo libre y que hable esa lengua.

J. J Rosseau (en su única etapa peronista)

Uno de los problemas grandes que tenemos en el campo nacional tiene que ver con esto de nominar, ponerle nombre y apellido a las cosas. En materia de debate político, mucho de lo que aquí se expondrá ya se ha dicho en este blog, e insistimos en repetir que, en materia de debate político, el negocio de la oligarquía es que todo permanezca licuado, y que la idea de silencio sobre cuestiones “que atrasan” se logre imponer en todos los actores políticos que -por acción u omisión- contribuyen a la discusión endogámica cuyos insumos son, en su mayoría, abstracciones desancladas de lo que realmente sucede en el país.
Duranbarbismo no es comunicación, por eso es importante no caer en lo que Pablo Touzon ha señalado como trampa de la ciencia duranbarbista:
“La trampa de la ciencia duranbarbista es que es en parte diagnóstico y en parte programa. En parte interpreta que así es el mundo y en parte quiere que así lo sea. Hay una agenda: una guerra a la intensidad política. A la “sobre-politización” entendida como el pecado original argentino. En este sentido, la solución duranbarbiana a la crisis de la representación política -y de ahí su nihilismo- consiste en profundizarla. El timbreo como puesta en escena del fin del poder. La imagen “horizontal” del hombre mas poderoso de la Argentina tomando mate con un panadero emocionado, como si fuesen iguales, disuelve la idea de responsabilidad política. Al final del día, uno vuelve a hacer pan, y el otro a la Presidencia de la República. Y la equivalencia entre uno y otro, esencialmente falsa, cristaliza la idea de la política como mero acompañamiento terapéutico. No resuelve los problemas, los admite y los entiende. Y a veces, si es necesario, también los relata. Los saca a pasear un rato el fin de semana.Una desacralización que muestra en carne viva la obsolescencia de la política como actividad, su “chiste”, su perdida de sentido. (…) ¿Cuál es el reemplazo del poder fallecido? La Sociedad, con S mayúscula. Gobernar como el equivalente de colocar un espejo gigante delante de la sociedad. (…) Es así que en realidad la eliminación de todas las instituciones políticas intermedias (sindicatos, partidos, iglesias, Estado) rompe todas las barreras que aún existían entre el ciudadano (hoy individuo) y el Mercado, postulando una nueva clase de representación política análoga al funcionamiento del consumidor en la economía capitalista.”

Lo cierto es que, en el acontecer cotidiano, es innegable que la palabra pública va perdiendo valor en ese teatro a ciegas, donde el espectador (ciudadano/trabajador/votante) recibe los mensajes digitados desde las bocas de expendio mediáticas en un torrente de sobreinformación compulsiva y desjerarquizada. En esos huracanados vientos ingresa –como invitada cada vez más ocasional– la discusión política, ya no para orientar el sentido, sino para resquebrajarse en ese convite mediático donde la persona política es evaluada por sus características personales y no por su actuación política, donde la premisa transversal es que la idea de que “ser honesto” significa ser un dirigente o candidato que nunca enfrentó al poder real. Este tamiz lo aporta el termómetro de honestismo político vía poder mediático-judicial.
En un interesante análisis en torno a la “falsa armonía” publicado en la revista zoom, se plantea que:

“Como una reacción a la hiperpolitización kirchnerista y en línea con un nuevo clima político, se consolidó un formato de programa de televisión en los canales abiertos que suponen el encuentro de diferentes figuras públicas a partir de la conversación supuestamente amena, donde se celebra el diálogo y la diferencia. (…) cuando en estos programas surge la divergencia y se instaura brevemente un momento de tensión, se observa la activación de un dispositivo y la negación de la controversia. El lugar de la conducción se dedica a sentenciar la interpretación sobre la falta al juego del consenso, muchas veces en forma de aclaración o bien, de acusar al invitado de no dialogar, no escuchar, el nuevo pecado de estos tiempos. Quizás porque la fuga depende de una figura pública ajena a la discusión política y queda rápidamente deslegitimada.
Por ello, la homogeneidad pretendida se transforma en discusión o puesta en común de un posicionamiento, a pesar de todos los vaivenes y los intentos por recuperar esa falsa armonía.”

Buena parte del discurso político “permitido” por este dispositivo de la falsa armonía, es el discurso descafeinado de ciertos expertos que recurren como método explicativo al escamoteo permanente, impregnado de abstracciones y entelequias de la politología categorial, cuyos diagnósticos tienden anárquicamente a ubicar la responsabilidad de un episodio x en dimensiones intangibles (Neoliberalismo, Estado, Mercado, etc…) y escasamente inteligibles para el mayoritario sentido común no politizado. Es así como el ciudadano promedio nunca termina por comprender de donde vienen las balas en el berenjenal agobiante que le venden: no sabe quién le aumenta los precios, quien es el responsable de la seguridad, del desempleo, etc. En ese berenjenal de confusión, todo es tan complejo para nuestra fauna de cráneos que nadie lo entiende pero todos lo problematizan, y la nominación es tan difusa que el único villano real de la película parece ser Juan Carlos Neoliberalismo.

Este problema en el mensaje que se da, influye también en las identidades políticas, que no terminan organizándose en torno a hechos concretos, sino en torno a un conjunto de palabras de embeleco y de doctrinas aparentemente generosas (que) suplanta a la cruda y siempre revuelta consideración y examen de los hechos de la vida real, como nos susurra Raúl Scalabrini Ortíz. En el mismo sentido, se ha dicho también aquí que cuando alguien irrumpe en esta dantesca escena comunicacional e ingresa disruptivamente en la arena mediática para disputar sentido con un lenguaje claro, sin muchas esdrújulas, y empieza a develar la confusión planificada con conceptos simples, el dispositivo mediático activa todos sus mecanismos de control para obturar cualquier reflexión sobre los problemas centrales que enfrentamos como pueblo.

Un agravante de este problema es que buena parte del arco político del campo nacional se pliega ante este mandato acordando con lo central del relato mediático: críticas a “los números del modelo kirchnerismo” (principal herida autoinflingida de kirchneristas hacia el kirchnerismo), acuerdos con la esencia de la versión mediática del concepto de corrupción (gran parte de lo logrado fue en base a corrupción), en suma, una asimilación casi instantánea de la conducta “autocrítica”, aunque esa autocrítica radique en sentirse culpable de haber sido funcionario, adherente o lavacopas durante el gobierno anterior.

Un claro ejemplo de la tensión interna del campo nacional por la construcción de nuestra propia brújula es el ya mencionado (en otro escrito) argumento moderno-realpolitik del tipo “hay que dejar de hablar de Clarín porque nos resta”. Se ha dicho también que este tipo de efectos directos del coloniaje mediático nos condena a tener una acotada comprensión táctica del momento que nos toca enfrentar, en tanto licua nuestra identidad política y nos pone en una góndola de supermercado, como “una oferta más” que pasó el control de calidad mediático-judicial y “está en condiciones” de participar del demoliberalismo que encubre el saqueo. A su vez, la tendencia a adoptar esta postura impregnada de un realismo más mediático que político, debiera anoticiarnos de que el campo nacional no es inmune a la radiación comunicacional, controlada por monopolios que son la pata discursiva del poder concentrado de todos los ámbitos.

Insisto en que la palabra pública, que hoy casi obligatoriamente debe circular por la arena mediáitca, se enfrenta al desafío de no ser encorsetada como mero ingrediente del “entretenimiento”, es decir, como ingrediente pseudo-polemista donde la información se presenta tendenciosamente desjerarquizada. Esto ha sido advertido por la misma CFK en 2016, cuando señaló que pra intervenir políticamente “Hay que dejar de dispersar el discurso(…)Me temo que si no nos preocupamos por los intereses de la gente, entremos en una crisis de representación, y eso no le sirve a nadie.”

Si la política se desjerarquiza, se transforma en teatralización vacía y pose mediática, y la representatividad propia de la dimensión política corre el riesgo de ser transplantada, desde la política hacia los medios, y de los medios a quien los controla, lo que no implica caer en el Edipo mediático de “echarle la culpa de todo a los medios”, como sugieren los más autocríticos en esta materia, pero si tenerlo en cuenta como factor de poder y construcción de sentido, con el que la política debe competir.

El candidato del Frente Justicialista santafesino,Agustín Rossi, hace poco más de un año señalaba que “hay más kirchnerismo en la gente, que dirigentes dispuestos a representarlo”. Si esto es así, la lucha contra la posverdad necesita más soldados, y menos espectadores.

ABORTO LEGAL: ENTRE LA AGENDA SETTING Y LA SALUD PUBLICA

blog ZONCERAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA


“Como lo dijeron con el mayor vigor las militantes feministas, los problemas de la vida privada se tornan políticos, lo que excluye todo esencialismo. Así como en el siglo XIX la economía se convirtió en política, hoy ocurre lo mismo con la cultura, y los debates políticos más apasionados no se refieren a la nacionalización o privatización de empresas o bancos sino a la legalización del aborto, la fecundación asistida, los cuidados brindados a los agonizantes y hasta la presentación de la vida en televisión o las relaciones en la escuela de niños provenientes de medios culturales diferentes.”
Alan Touraine, “¿Podremos vivir juntos?: crítica de la modernidad.”
Nos guste o no el diagnóstico del sociólogo francés citado, el panorama se parece bastante a lo que describe, y aunque desde el blog no contamos con estructura para realizar sondeos de opinión, podemos asegurar que hay entre las y los politizados un debate intenso; naturalmente, también lo hay también en la fauna militante peronista, que, entre otras cosas, se pregunta si la despenalización del aborto debe interpretarse como una política imperialista de control de la población o como una política de salud pública, es decir como una reivindicación liberal individualista o como una medida que amplía los derechos de los sectores más postergados. El esfervecente marco en el que se da el debate es, por lo menos, necesario de ser explicitado.
Desde este blog venimos insistiendo en que el gran flagelo que sufre nuestra sociedad es el de la pauperización sistemática del debate público, administrado por un inmenso dispositivo de lobby mediático-oenegeista, financiado por intereses tan foráneos como corrosivos. Este dispositivo reduce las discusiones y encorseta las tensiones ideológicas en un juego infantil y caricaturizante, donde el feminismo lo constituyen únicamente las transgresiones módicas de Malena Pichót; donde el conservadurismo son las bufonezcas posiciones de Eduardo Feinmann; donde el progresismo cosmopolita se evangeliza: o bajo las obtusas conceptualizaciones de la izquierda trotskista, con eterna vocación de minoría pero sobrerepresentada mediáticamente, o en su versión de socialdemocracia moderada tipificada en el discurso rimbombante y decoroso de esos volubles sectores medios urbanos como expresión aspiracional del “ciudadano del mundo”. Por su parte, el “nacionalismo” se caricaturiza y se presenta encarnando entidades como Alejandro Biondini, que justamente existe para que nunca se entienda bien del todo qué significa el nacionalismo.
¿Qué elementos de la cultura juegan en este entramado? La formación política fast food, la holgazanería intelectual, la indiferencia con la esencia de las cosas y la radiación mediática de la novedad constante, que han convertido las categorías (las políticas sobre todo) en nominaciones tan descafeinadas, genéricas y polisémicas que “facho” es igual a “hijo de puta” o “anarquista” es equivalente a “quilombero”. Uno no guarda pretensiones snobs sobre el uso del lenguaje, pero sí considera necesario señalar que es en el marco de estos huracanados vientos del berenjenal ideológico donde el ciudadano promedio termina delirando de fiebre. El termómetro marca en las axilas de esa opinión pública afiebrada la temperatura política en la que ingresa la discusión sobre el aborto.
El vector de la pauperización recorre todas las discusiones que se instalan en la agenda. Por fuera de la cuestión sobre la despenalización del aborto, puede ejemplificarse el funcionamiento de este vector, por un lado, cuando se intenta (y se logra) presentar la película del último gobierno nacional popular bajo el prisma de la foto de “los bolsos de López”, y al feminismo como un grupo de feminazis desnudas arriba de un patrullero arrasado. Ahora bien, es claro que esta lógica no permitirá jamás a la sociedad entender la cuestión de la interrupción voluntaria del embarazo como un tema de salud pública, sino que por el contrario, se la seguirá triturando en la presentación del tema como una gerra de trincheras entre quienes se acercan a la Iglesia y quienes se alejan, entre devaludos progresistas y torpes conservadores (todos adictos al marxismo cultural de Netflix), entre “bandos” de países morales distintos que, sin embargo, confluyen sirviendo por igual a la maqueta gritológica funcional al oprobio colectivo. Esta lógica tampoco permite debatir sobre una política que facilite el régimen de adopción en el país, y de una política transversal de educación sexual, que este gobierno no ha hecho más que destruir.
Asistimos a un circo donde la única vara moral para medir la historia suele tener la lógica de quienes creen que una película comienza cuando uno se sienta a verla. Todo es medido desde el aquí y el ahora como “punto 0” de la historia. No hay carga cultural propia de cada hecho en su contexto , y si la hay, “no es justificativo” y todos deben morir en la hoguera, sofocados o en el bien pensante reglamentarismo moralino, o en un tradicionalismo vaciado de esencia y pacato.
Fue Alexander Dugin quien aportó elementos teóricos precisos para caracterizar la esencia del liberalismo contemporáneo, que reviste la argumentación de ciertos sectores. Según el filósofo y asesor de Vladimir Putin, a pesar de sus múltiples envases de presentación, el liberalismo tiene su estructura fundamental interior en los siguientes principios axiomáticos:
• Individualismo antropológico (el individuo es la medida de todas las cosas);
• Progresismo (el mundo va hacia el mejor futuro, el pasado es siempre peor que el presente)
• Eurocentrismo (las sociedades euro-americanas son aceptadas como el estándar para medir al resto de la humanidad).
• La democracia es el dominio de las minorías (que se defienden contra la mayoría que es siempre propensa a degenerar en totalitarismo, en “populismo”).
• La clase media es el único actor social existente real y la norma universal (independiente del hecho de si una persona ya ha llegado a este estado o está en camino de convertirse en parte de la clase media, representando por un momento una clase media hipotética).
• Unimundialismo, globalismo (los seres humanos son esencialmente lo mismo con una sola distinción – la individual – el mundo debe integrarse sobre la base individual, elcosmopolitismo, una ciudadanía mundial).
Esencialmente entonces, diremos que en lugar de ser una teoría política, el liberalismo es una teoría crítica de la políticaNo podría decirse entonces que hay política liberal en sí, sino crítica liberal de lo político, que es una crítica a la limitación de la libertad individual. Para Dugin:
Durante el siglo XX el liberalismo venció a sus rivales, y después de 1991 se ha convertido en la única ideología dominante a escala mundial. La única libertad de elección en el reino del liberalismo global era entre el liberalismo de derecha, el liberalismo de izquierda o el liberalismo radical, incluyendo el liberalismo de extrema derecha, el liberalismo de extrema izquierda y el liberalismo ultra radical. Así que el liberalismo se instaló como el sistema operativo de las sociedades occidentales y del resto de las sociedades que se encuentren en la zona de influencia occidental. A partir de un determinado momento, es el denominador común de todo discurso políticamente correcto, la marca de los aceptados por la política dominante o de los rechazados a la marginalidad. La sabiduría convencional en sí misma devino liberal.”
Si esto es así, se debe asumir que la “agenda setting” del liberalismo continuará, pero lo hará con más fuerza mientras las y los militantes peronistas (únicos portadores de una doctrina) intenten confrontarla desde una visión fotográfica del peronismo, esto es: el peronismo debe dejar de ser una foto en la que, casualmente, no salimos; una foto que sólo puede ser admirada con purista melancolía, como estéril pieza de museo. El peronismo no puede ni debe mirar para otro lado, en una agenda en la que debe demostrar que, efectivamente, hay 2019.
En términos de coyuntura política, para el diario La Nación, por ej, “abrir esa discusión en esta coyuntura le puede servir a la Casa Rosada para sacar del primer plano el debate sobre la economía, la inflación o la protesta social”. Es cierto que el macrismo puede obtener algún rédito de esto, pero no tanto por tapar el sol con el dedo, sino por el peligro de división de sus opositores. Será tema de otro posteo la dificil situación que el PJ atraviesa en el debate, pues si el PJ vota a favor, el oficialismo puede vetarlo. Si el PJ vota en contra, el progresismo (trotskista y socialdemócrata) se encargará de fustigarlo. Si el PJ se divide, el macrismo no necesesitará el veto para obtener rentabilidad política.
No obstante lo anterior, que forma parte del cálculo político racional, si es que el lector espera un posicionamiento de este escriba, diré que habiendo revisado mi posición inicial, y asumiendo que las consecuencias sobre el conjunto de la población son imprevisibles -porque no se pueden proyectar los mismos efectos para clases medias urbanas que para los sectores más postergados-, estoy a favor de la despenalización del aborto, que no implica estar a favor de una “cultura del aborto” ni de nada parecido al flagelo absoluto de una tendencia tal como el “abortismo”. Tampoco se trata de que esta discusión signifique “correr el eje del debate” como sostiene la tribuna de doctrina, que aunque no lo diga, sabe que la hemorragia política del macrismo inciciada con la reforma previsional es indetenible. Se trata de entender el tema como una cuestión de salud pública, por fuera del discurso socarrón y soberbio de cierto progresismo biencomido, que se autopercibe moralmente bienpensante, descalifica, y embarra más de lo que acalara la senda del debate.
Lo cierto es que hoy las mujeres con recursos pueden abortar. Las pobres se mueren,mientras se discute si son muchas o pocas. Justo en ese punto, es que para quien escribe se trata de un tema y no de otro, se trata de igualdad de oportunidades. El tema reviste una complejidad enorme, y puede dividir de manera dañina si es que no se lo discute con seriedad y respeto.
En el año 2010, durante la administración de Cristina Fernández (cuya posición sobre el aborto se conoce), el Ministerio de Salud emitió el único protocolo para el aborto no punible que haya existido en este país jamàs. Referentes de movimientos sociales, como Juan Grabois, se han mostrado contrarios a la despenalización, lo cual marca el grado de complejidad y heterogeneidad de posiciones que el asunto acarrea. Si esto es así, defenetrar a un referente por una posición que no comparte, sobre un tema complejísimo que no entra en el corsette facilista, es lamentable. Este tipo de cosas marcan el grado de infantilismo en el que se encuentra buena parte del campo nacional, contaminado de un discurso moralino y socarron que ya muestra lo autodestructivo que puede ser.
En suma , este debate debe darse en otro marco, y no sólo en el de la radiación mediática y en los escuetos vómitos algorítmicos. La soberbia, la descalificación y la falta de respeto ante posiciones no compartidas, erosionan toda esperanza de la urgente unidad del campo opositor a la administración colonial macrista. Más allá de las diferencias de cada espacio en esta discusión particular, está claro que deben prevalecer los acuerdos políticos y programáticos en el plano general. Quienes no están a favor de la despenalización, seguramente tendrán sus respetables razones, desde aquí sin embargo, apoyamos la despenalización, en tanto “donde hay una necesidad, nace un derecho”.

sábado, 24 de febrero de 2018

UTOPIAS II

DE UTOPIAS

marcha 21 F 033

CONMOVEDOR RELATO DE UNA MAESTRA DEL TIGRE -- Nac&Pop

Hace 14 años atrás

 empezaba a trabajar
 como docente.
 Mi primera escuela
 fue la ocho, una escuela
 rural isleña del delta del
 Paraná. No sabia
ni siquiera de cómo ir…
 me acuerdo que eran dos
 días a la semana para cubrir 
una suplencia. Me dijeron que
 la lancha salía desde la
 estación fluvial de Tigre. Allá fui. Ese primer día de mi primer día de
 escuela como profesora era un día horrible. Llovía y el viento volaba
 todo.
19 de Febrero de 2018
“¿PARA QUÉ QUIEREN ESTUDIAR SI PUEDEN IR A
 CORTAR CAÑA O JUNCOS COMO HICIERON SUS
 PAPÁS Y SUS ABUELOS?”
El conmovedor relato de Nadia, una profesora de Historia, contra la decisión de Vidal de cerrar diez escuelas en el delta.
Tras conocerse la decisión de la Provincia de Buenos Aires de cerrar 8 escuelas y jardines en el Delta de San Fernando, Nadia, docente de historia de uno de esos colegios, escribió un conmovedor relato que compartió en redes sociales sobre el impacto que tendrá esta decisión en los niños y niñas de las islas.
El texto completo: 
Hace 14 años atrás empezaba a trabajar como docente. Mi primera escuela fue la ocho, una escuela rural isleña del delta del Paraná. No tenía idea de cómo era, de cómo podía ser, ni siquiera de cómo ir… me acuerdo que eran dos días a la semana para cubrir una suplencia.
Me dijeron que la lancha salía desde la estación fluvial de Tigre. Allá fui. Ese primer día de mi primer día de escuela como profesora era un día horrible. Llovía y el viento volaba todo. El río estaba muy por encima de lo normal. Desde la ventana del aula veía cómo el agua subía cada vez más y se iba metiendo en el muelle y después en el patio de la escuela. Nos fuimos 20 minutos después de haber llegado. Al día siguiente no hubo clases porque el agua tapaba todo. Así fue mi primer día como profesora.
Un tiempo después salieron horas para cubrir en la escuela 12. No dudé un segundo en tomarlas. “La isla” como le decimos todos, me había atrapado. En el año 2005, se abría un cargo de creación en una escuela lejos, la 9, de arroyo Toro y Torito. La lancha salía mucho más temprano que las otras. Y a diferencia de las otras escuelas, esta lancha era solo de la 9, era la única lancha fiscal. Por lo tanto, nos llevaba a nosotros los docentes pero también íbamos buscando por el trayecto a nuestros alumnos, desde jardín hasta los de secundaria. Era profe de un plurigrado, o sea, un curso con chicos desde 12 a 16 años. Cuando llegué a la escuela después de un largo recorrido (empezaba en Tigre, recorríamos el río Sarmiento, parte del Capitán, el Antequera hasta llegar al Paraná de las Palmas, hacíamos un trecho y luego nos adentrábamos nuevamente hasta llegar a la confluencia del Toro y el Torito) me encontré en un lugar silencioso, frente a una construcción de madera muy vieja, una escuela con más de cien años fundada por Sarmiento en el delta, sobre pilotes en medio de los sauces. Era como un sueño. El director apareció en un momento con las manos con barro porque había estado laburando haciendo no se qué. Hacía mucho frío, era mayo, y en la isla el frío cala los huesos posta. La humedad…
Me quedé cinco años en esa escuela, yendo incluso días que no me correspondían para estar por ejemplo en un acto, o en una actividad propuesta por otros profes. Fueron años de mucho aprendizaje y de mucho compromiso. La escuela de isla no es cualquier escuela, los alumnos no son alumnos cualquiera. La escuela es un punto de encuentro, un lugar de reunión donde confluimos todos, padres, profes y alumnos. Donde se trabaja desde otra perspectiva, donde si el río sube por la sudestada, la clase sigue en la lancha, mirando carpetas entre mates con el ruido del motor talandro la cabeza.
¿Saben qué fue lo que más me impactó el primer fin de ciclo lectivo? Que los chicos lloraban ¿Y saben por qué lloraban? Porque era probable que no se volvieran a ver hasta el año siguiente. Esa es la razón principal de una escuela rural en medio del río. La escuela une, abraza, encuentra… pasé muchas cosas durante esos cinco años en la escuela en la isla, lindas y feas, algunas dramáticas. La más terrible de todas fue cuando un pibe que se llamaba Ezequiel de 12 años, descargó la furia que la realidad de mierda le cargó, contra los vidrios repartidos de la entrada del aula. Se cortó las venas y no paraba de sangrar. Dejando a los otros alumnos a cargo de la portera, me fui con el lanchero a la salita del río que quedaba a 15 minutos lo más rápido que la colectiva podía dar levantando los brazos de Ezequiel y manteniéndolo despierto para que no muriera desangrado. Sola con ese pibe en la salita mientras lo cosían… ese día cuando llegué a mi casa me desmayé…
Se enseñan y aprenden muchas cosas en las escuelas del delta. Se enseña matemática, lengua e historia pero sobre todo se enseña a entender lo que significa enseñar y aprender. Yo aprendí más allí que en todos los años que siguieron. Aprendí que la docencia se ama o se deja (la docencia posta, lo otro es mercantilismo barato), que por más frío o calor o lluvia o crecida o lo que sea que pase los pibes van a la escuela porque se encuentran, nos encuentran, encuentran la leche a la mañana y el almuerzo que quizá no tienen en su casa. Encuentran risas y amigos, juegos y pertenencia. Encuentran identidad…
Hoy nos enteramos que la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal, quiere dar cierre a un tanto de escuelas isleñas en San Fernando. Parece que no son rentables porque la rentabilidad (que parece ser lo único que importa) no es alta con los pibes de la isla ni con los maestros que van a dar todo allá. Porque claro ¿a quién carajo le importa si un par de pibes y pibas perdidos entre los ríos no van a la escuela? ¿Para qué quieren estudiar si pueden ir a cortar caña o juncos como hicieron sus papás y sus abuelos?
Se está viniendo una sudestada muy fuerte que de no hacer algo nos tapa a todos, a TODOS… tendremos que hacer como las casuarinas que crecen a orillas del río, aferrarnos con nuestras raíces entrelazadas para afrontar la crecida, mantenernos firmes a pesar de que el agua socave la tierra… y así con esa firmeza defender nuestro suelo, ese que nos permite crecer y florecer y dar nuevos frutos, ese que hoy quieren arrebatarnos.
La foto la sacó Mario Sadras, otrora director de la escuela, mientras la profe no se daba cuenta y se dormía sin terminar de corregir, abrazada a ese alumno de 3° grado que estaba fundido luego de un arduo día de escuela…

sábado, 17 de febrero de 2018

DEFENSA DEL TREN...

Es un Tren muy importante para Bolivar y 25 de mayo. Los Conecta a Caba
 y combinacion a La Plata. Salud, tramites, compras, etc.
Tambien para los pescadores que se bajan en el Salado y al otro dia, 6hs., pasa para
 Plaza C la vuelta, pescar a la noche, una escapadita..., o quedarse y comer el pan,
 facturas, calientes de la Panaderia que esta de paso hacia la Estacion,
 tristeza nao tem fim, felicidade sim...

RETROSPECTIVA COMPLETA DEL GRAN HUGO DEL CARRIL

Febrero en el Malba -

 del Blog Morir en Venecia


“Estoy convencido que el artista está obligado a pronunciarse políticamente, en especial si sigue una corriente popular, como la gente de cine, la radio, la televisión y lógicamente el teatro, porque si todos ellos no están del lado del pueblo, ¿quién lo va a estar? Cuando un artista llega a un determinado nivel de fama, contrae la obligación de jugarse por toda esa gente que lo ha llevado al éxito, es decir el pueblo al que dirige su mensaje”.

Hugo del Carril
(Citado por Gustavo Cabrera en el libro Hugo del Carril, un hombre de nuestro cine) 

Lo dicen todos... y es verdad: la impresionante retrospectiva de la obra de Hugo del Carril en el MALBA es el acontecimiento cinéfilo del año. No se la pierdan. De jueves a domingo, durante febrero.

Programación

JUEVES 1
19:00 - La sentencia + En marcha, de Hugo del Carril
21:30 - Las aguas bajan turbias, de Hugo del Carril
23:00 - La calesita, de Hugo del Carril

VIERNES 2
18:00 - El negro que tenía el alma blanca, de Hugo del Carril
20:00 - La quintrala, de Hugo del Carril
22:00 - Las aguas bajan turbias, de Hugo del Carril
24:00 - Un viaje a la prehistoria, de Karel Zeman

SÁBADO 3
18:00 - La cumparsita, de Antonio Momplet

DOMINGO 4
18:00 - La quintrala, de Hugo del Carril
22:00 - Esta tierra es mía, de Hugo del Carril

JUEVES 8
19:00 - La piel de Zapa, de Luis Bayón Herrera
21:00 - Buenas nochesBuenos Aires, de Hugo del Carril
23:00 - La quintrala, de Hugo del Carril

VIERNES 9
18:00 - Culpable, de Hugo del Carril
20:00 - Esta tierra es mía, de Hugo del Carril

SÁBADO 10
18:00 - Una cita con la vida, de Hugo del Carril

DOMINGO 11
18:00 - La sentencia + En marcha, de Hugo del Carril
22:00 - El último perro, de Lucas Demare

VIERNES 16
18:00 - La canción de los barrios, de Luis César Amadori
20:00 - Amorina, de Hugo del Carril
22:00 - Las tierras blancas, de Hugo del Carril
24:00 - La malavida, de Hugo Fregonese

SÁBADO 17
18:00 - Historia del 900, de Hugo del Carril

DOMINGO 18
18:00 - Surcos de sangre, de Hugo del Carril
22:00 - La calesita, de Hugo del Carril

JUEVES 22
19:00 - Las tierras blancas, de Hugo del Carril
21:00 - Surcos de sangre, de Hugo del Carril
23:00 - Yo maté a Facundo, de Hugo del Carril

VIERNES 23
18:00 - El último payador, de H. Manzi y R. Pappier
20:00 - Más allá del olvido, de Hugo del Carril

SÁBADO 24
18:00 - Gente bien, de Manuel Romero

DOMINGO 25
18:00 - La cabalgata del circo,de M. Sóffici y E. Boneo
22:00 - Más allá del olvido, de Hugo del Carril


Las funciones se realizan en el auditorio del Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415). La entrada general tiene un costo de 60 pesos (30 para estudiantes y jubilados). Para más detalles sobre el ciclo, consultar la web http://www.malba.org.ar/

Entrevista a Jorge Capitanich

lunes, 12 de febrero de 2018

LA EDUCACION -- Kierkegaard Buenos Aires

 ¿Por qué nos preocupa siempre?

 ¿por qué más que nunca hoy?


por Corina Setton

¿Por qué siempre?

La educación es un proceso de desarrollo personal, de construcción de
 identidades y de formación de sujetos para la participación ciudadana.
 En este sentido, implica un campo de socialización y, por ende, de 
construcción de lazos y de pensamiento colectivo.

Específicamente la escuela, como primera institución educativa formal, es
 el lugar de encuentro con otros. Nos posibilita abrir la mirada sesgada de una
 particularidad familiar a la posibilidad del intercambio con una diversidad
 imprevisible, por fuera del capricho de los padres o de su lógica singular, 
hacia una racionalidad social, supuestamente más elaborada.

El Estado entonces es el encargado y responsable de organizar el sistema 
educativo, en base a los saberes de profesionales e investigadores de este 
ámbito, en función de ciertos objetivos planteados para la comunidad toda.

Pero, ¿qué pasa hoy?

Asistimos en este último año a un intento de reforma educativa que, al igual 
que las otras reformas (laboral, previsional y de salud mental), se intenta imponer
 sin la participación de los principales actores de dicho ámbito.

En este caso, tanto el cierre de profesorados, de programas de educación no
 formal, los recortes de presupuestos en ciencia y cultura, los cambios
proyectados para el año en curso, como la llamada “escuela del futuro”,
 indican una importante pauperización de la educación en su conjunto.

Un capítulo aparte merece el tratamiento de los docentes por parte del
gobierno actual. Empezando por la eliminación de las paritarias y continuando
 por la estigmatización de los docentes vía medios de comunicación y
cadenas nacionales, tildándolos de “vagos” (que no quieren  trabajar,
 que se toman licencias permanentemente, que hacen paros, teniendo tres meses
 de vacaciones, que carecen de capacitación), y un sinnúmero de 
desvalorizaciones irreales por el estilo, se  intenta mediante estas
 representaciones socavar su autoridad dentro y fuera del aula, sea para 
que opinen sobre la estructura  curricular y los objetivos respecto de los
 alumnos, como así  también para realizar reclamos en base a sus propios
 derechos y los de los estudiantes.

No es de extrañar entonces, que se postule como innecesaria su presencia
 en el quinto año, o que puedan  ser reemplazados por facilitadores, orientadores
 o, por qué no, una máquina bien formateada.
Ahora bien, ¿alguno de estos hacedores del “cambio” pisó alguna vez un aula 
de un quinto año? ¿Se codeó con las problemáticas de esta etapa, llámense
 “vocacionales”, de “identidad sexual” o de “consumo abusivo de sustancias”, etc.?
 ¿O creerán que una plataforma virtual tendrá la suficiente formación para abordar
 dichas temáticas?

En la Kierkegaard Buenos Aires estamos convencidos de que no, de que 
los docentes son fundamentales en este proceso y cualquier reforma
 seria está obligada a escucharlos.

Pero, lamentablemente, percibimos que lo que importa a nuestros
 gobernantes/empresarios no es realmente el ámbito educativo, sino el laboral,
 la producción de mano de obra barata de docentes, estudiantes y futuros
 trabajadores y, en todo caso, una “educación para la adaptación”. Por eso, 
tampoco es de extrañar que no se mencione en ningún lugar de esta reforma 
 la educación superior, el conocimiento como igualador social o 
el pensamiento crítico. 

Pero, afortunadamente, los estudiantes en primer lugar, los docentes con sus
 asambleas y paros, en segundo término y diferentes espacios, como
Kierkegaard  Buenos Aires, seguiremos repensando y resistiendo estas 
“nuevas viejas políticas públicas”.


Ilustración: Carmen Cuervo

domingo, 11 de febrero de 2018

EL DOLOR NUESTRO DE CADA DIA: ADIOS AL TREN DE TANDIL

Las mentiras de Macri y Vidal en cada visita que hicieron
 a nuestra ciudad no nos sorprendieron ya que sabíamos
 que la mentira y el ocultamiento son parte de su esquema
 de construcción política.

OTRO LOGRO DE LA “HIENA” VIDAL

De Nac&Pop

Finalmente, como en
 esas películas de las
 que ya se conoce el 
final de antemano por
 la cantidad de indicios 
evidentes que arrojan,
los tandilenses nos
 quedamos sin el elemental
 servicio de transporte de pasajeros en tren, la ciudad de Tandil
 se queda sin su ramal inaugurado hace más de 130 años y
 13 trabajadores – muchos de ellos maquinistas históricos –
 perdieron su fuente de trabajo.

Cuando en junio del 2016 la Gobernadora Vidal decidió
 la “transitoria suspensión” del servicio, le pedimos al
 Intendente Lunghi que se pusiera al frente del conjunto
 de sus representados para exigir garantías en torno a la
 restitución. Pero el Dr. Lunghi hizo caso omiso; al principio
 ni siquiera mencionaba el tema en su agenda.
El 15 de Julio de 2016 desde el bloque de concejales del
 PJ-FPV presentamos un Proyecto de Resolución en el
 Concejo Deliberante requiriéndole a la gobernadora Vidal
 que explicase formalmente los motivos de la suspensión del
 ramal Tandil-Plaza Constitución y diera fechas certeras
 respecto a la restitución de servicio.
Dicho proyecto fue votado por unanimidad en el Concejo
 Deliberante pero no logramos que la gobernadora responda
 (tal como sosteníamos y lo seguimos haciendo, era vital la 
figura del Dr. Lunghi, pero él entendía que “había que
darle tiempo a la gobernadora”).
En junio del año pasado en ocasión del 1er aniversario sin tren,
 la militancia de Unidad Ciudadana salió a las calles de nuestra 
ciudad con una campaña para visibilizar el reclamo y la necesidad,
nuevamente, de que el Dr. Lunghi dejara de lado las mezquinas
razones políticas que le “impedían” confrontar a la gobernadora
 en defensa de los intereses del conjunto de los ciudadanos pero
 nuevamente los intentos fueron infructuosos ya que el Intendente
hizo oídos sordos a nuestro reclamo.
En Septiembre de 2017 – cuando hacían ya más de 15 meses
que seguíamos sin tren, presentamos un nuevo proyecto de
 Resolución en el HCD en el que le exigíamos al Ministro de
Transportes de la Nación Guillermo Dietrich que informe la
 fecha de restitución del servicio, cuál era la situación de los 
14 trabajadores que se desempeñaban en Tandil y en qué
situación quedaba la Estación Tandil.
En el mes de Noviembre pasado la Gerencia de Asuntos
 Legales del Ministerio de Transportes nos contestó que no
estaba prevista la restitución del servicio Tandil-Constitución
 y que los 14 trabajadores seguirían en relación de dependencia
 en la órbita de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario de la Provincia de Buenos Aires.
patía y el desinterés manifiesto de nuestro Intendente en torno
 de un reclamo justo por naturaleza y que hace directamente a
los intereses estratégicos de la ciudad a la que -circunstancialmente-
 gobierna.

Las mentiras de Macri y Vidal en cada visita que

hicieron a

 nuestra ciudad no nos sorprendieron ya que sabíamos

 que la mentira y el ocultamiento son parte de su esquema de

construcción política.

Hoy, con la noticia más triste y que nadie deseaba, no nos
resignamos, seguiremos apoyando toda acción que tienda
a generar participación ciudadana en función de LA VUELTA
DEL TREN A TANDIL y le seguiremos exigiendo a nuestro 
intendente (porque Miguel Lunghi es el intendente de todos,
de quienes lo votaron y de quienes no lo hicimos) que se ponga
 de una buena vez los pantalones largos con este tema, que
entienda que lo trasciende ampliamente y que su mezquindad
o desinterés no puede primar sobre los legítimos intereses del
conjunto de los ciudadanos y de la ciudad en sí.
Que comprenda que un día va a dejar de ser intendente pero
que habrá sido durante su mandato que la ciudad de Tandil
 se quedó sin el tren.
Porque debemos comprender que
 EL TREN SOMOS TODOS.