lunes, 12 de diciembre de 2016

DEL BLOG DE ABEL, PARA PENSAR

La nueva guerra de Clarín

diciembre 12, 2016
macri_magneto
Fernando Rosso, director de La Izquierda Diario, tuvo la amabilidad de avisarme que usaba una frase que aparece quizás demasiadas veces en mi blog “el que viva lo verá” en uno de sus columnas. No tengo derechos de autor sobre ella -en realidad, creo que viene de México- pero igual me estimula a tomar su artículo, éste que les copio abajo.
Detalla ahí titulares y noticias de esta última semana que indican que Clarín habría comenzado otra batalla, esta contra Mauricio Macri. Sólo omito algunas de sus frases, y, claro, agrego un comentario al final.
En su tapa del domingo 4 de diciembre, Clarín apunta a la línea de flotación de Mauricio Macri. El diario titula: “El primer año de Macri, con balance de gestión negativa y optimismo para el 2017”, en base a una encuesta realizada por Management & Fit, la consultora de Guillermo Seita y Mariel Fornoni.
Veinticuatro horas después, desde Córdoba, el jefe de Gabinete Marcos Peña, desmintió las cifras que disparó Héctor Magnetto desde su portaaviones el día de mayor tirada: “Los números de Clarín no son nuestros números”, aseguró.
La consultora tiene a Fornoni como su cara pública, pero tiene entre sus conductores a Seita, un “monje negro” no tan conocido por el gran público … El hombre tiene estrecha relación con la conducción político-periodística del diario y logró que su consultora opere como una suerte de oráculo de Delfos, marcando la agenda con sus números mágicos. Por lo menos desde el 2011, es la encuestadora exclusiva de Clarín y el Grupo. Durante los años del “periodismo guerra”, fue objeto de ataques y críticas permanentes asestadas desde el universo kirchnerista que la había rebautizado como Management & Fruit.
Según el estudio, el 52,6 % evalúa negativamente el primer año de gestión presidencial y considera que Macri aún no cumple sus promesas de campaña. Lo llamativo de ese domingo es que Página/12 también publicó números y percepciones de diferentes analistas y sorpresivamente las conclusiones eran más amables con el Gobierno que las de Clarín. Error no forzado que el medio de Víctor Santa María enmendó este sábado, publicando un trabajo de Roberto Bacman de la consultora del Centro de Estudios de Opinión Pública que destaca las cifras desastrosas para Macri y Cambiemos. Santa María, entre otros dirigentes peronistas, acompañó a Cristina Fernández en su viaje a Brasil para una visita a Lula y Dilma Rousseff.
Ya en su edición del sábado 3, Clarín le había apuntado al retiro del Gobierno de Cambiemos en Chapadmalal: “La política se metió en el retiro”, publicó en tapa, poniendo foco en las críticas y pedidos de cambio de rumbo de Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados: “Podría ser la foto de un viaje de egresados, pero es la imagen que eligió Presidencia para comunicar la segunda jornada de Trabajo del Gabinete Presidencial. Al costado del camino que lleva al mirador del alicaído por el desuso, pero aun así imponente Complejo Turístico Chapadmalal”, chicanea la nota de página 4.
El lunes 5, también en tapa, Clarín tituló: “El Gobierno aceptaría darles a los piqueteros el manejo de su propia obra social”, la forma de presentar el acuerdo del oficialismo con los dirigentes de algunos movimientos sociales que agrupan a trabajadores informales, hace al contenido: darle el manejo a los piqueteros, no debe caer muy simpático en la “opinión pública” y mucho menos en el núcleo duro de Cambiemos. Apunta al nervio más reaccionario de los votantes que se pueden disputar Macri y Sergio Massa, por decir algo.
El martes 6 tituló, también en tapa: “Massa y el kirchnerismo jaquean al Gobierno con un proyecto único de Ganancias”, mientras que el jueves 8, la nota central destaca la respuesta del oficialismo a Massa, pero en la nota Del Editor que, con el cambio de diseño reciente, aparece en tapa, Ricardo Roa firma un artículo que se titula: “Con los piquetes, Cambiemos es Sigamos” y critica el supuesto “garantismo” del Gobierno con respecto a la protesta social que presuntamente está convirtiendo a la ciudad en un “caos”.
Finalmente, el sábado en otro mensaje Del Editor al lector, otro de los flamantes directores restituidos a Clarín, Fernando González, escribe un editorial lapidario: “La caída en la evaluación de la gestión de Mauricio Macri y en su imagen, que registran la mayoría de las encuestas, tiene una sola explicación. La falta de resultados en la economía real. El impacto directo en el bolsillo que sufren la mayoría de los argentinos por causa de la recesión prolongada desde hace cuatro años y por algunas decisiones del Gobierno que han agravado esos efectos. Hay un verdadero Triángulo de las Bermudas que conforman la inflación todavía muy alta; la fortísima suba de las tarifas de servicios públicos y la reducción timorata del impuesto a las Ganancias. En ese territorio peligroso navega desorientado el Gobierno. Y deberá encontrar pronto el rumbo para poder llegar con chances de triunfo a las decisivas elecciones legislativas de 2017.” El título del artículo es: “El triángulo de las Bermudas de Macri”, muestra a un Gobierno perdido y aunque termina con un suspiro de aliento y esperanza, cualquiera que conozca las reglas básicas del periodismo sabe que lo importante está en el título y el primer párrafo.
Aunque Clarín obtuvo beneficios durante este año (empezando por la pauta), quizá no esté del todo conforme con algunas propuestas de Macri para determinados negocios. Uno de esos es el futuro del Fútbol Para Todos, algunos lo ubican como socio menor de los gigantes Turner y FOX, en una disputa en la que también participa la estadounidense Viacom que acaba de adquirir Telefe. No puede descartarse que el Grupo, después de los servicios prestados, hubiera querido mayores privilegios para las “empresas nacionales”, un eufemismo de interés general para hablar de Clarín.
Además, muestra cierta disconformidad con esa especie de “populismo 2.0” que ejercita el macrismo a través de redes sociales como Facebook, Twitter o Snapchat, para su política de comunicación.
Y en tercer lugar, la apuesta a un recambio político ante un eventual fracaso de la aventura del país atendido por sus dueños, puede estar entre las tempranas visiones estratégicas del Grupo, mirando con cariño hacia la meca de Tigre, donde tiene varios socios vitalicios.
El funcionamiento histórico del Grupo, un fiel representante de la fantasmal burguesía nacional, tiene una regla de hierro: arranca todo lo que puede de entrada y se prepara para el futuro. Quizá el futuro llegó, hace rato. Más aún si aumenta el malestar de su público, no tiene problemas ni sentimentalismos para preparar los papeles del divorcio. ¿Será que se confirmará nuevamente la quintaesencia del magnettismo y la paz habrá sido sólo un efímero momento entre una guerra y la otra? El que viva, lo verá. Lo que es seguro es que en todo esto hay cualquier cosa menos “periodismo independiente”.
Es obvio que Clarín no es “periodismo independiente”. Ningún medio masivo gráfico puede serlo, ni siquiera en términos empresarios. Porque ni la venta de ejemplares ni siquiera la publicidad aseguran los beneficios necesarios. Un diario de masas es el instrumento de comunicación y de formación de opinión de un grupo económico o de un proyecto político. Claro, es preferible cuando existen varios de estos instrumentos, sirviendo a distintos proyectos, y no la aburrida monotonía del “Pravda” de turno.
El punto es cuál es el proyecto en estos momentos del Grupo. En el ámbito político se da por sentado, con algo de superficialidad, que pertenece a lo que Rosso llama “fantasmal burguesía nacional” y que sus intereses son más cercanos a los de, por ejemplo, Techint o los Roggio que a las multinacionales y al sector financiero. Simplificando aún más, se lo agrupa con los “devaluadores”, en contra de los que quieren estabilidad (en inflación, = atraso) cambiario.
Sus intereses, y los del resto del empresariado nacional y extranjero, son más complejos y se entrecruzan. Pero sí es válido ubicarlo entre los que tuvieron reservas desde el comienzo con el “proyecto Macri”, y apoyaron a Sergio Massa hasta que el Mauricio se mostró con claridad como el que estaba mejor ubicado para derrotar al Frente para la Victoria. Y fueron miembros destacados de lo que el candidato del PRO llamó “círculo rojo”, que hacía lobby para que se aliara con Massa.
Eso es historia. Los titulares de este mes no parecen estar dirigidos a apuntalar una candidatura para el 2019, y menos una para el 2017, ¡legislativa! Golpean a este gobierno en el núcleo duro de sus votantes, los que reaccionan con desprecio y temor ante “piquetes” y “planeros”. Encuentro inevitable preguntarme por el objetivo de esta nueva ofensiva de Clarín.

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