sábado, 18 de julio de 2015

EL MERCUSUR EN EL BLOG DE ABEL

MERCOSUR: “Tantas veces me mataron…”


mercosur
Ayer, viernes 17, Bolivia se convirtió formalmente en el sexto miembro pleno del MERCOSUR, durante la cumbre presidencial que se realizó en Brasilia.
Con esto, se suma un país de un millón cien mil kilómetros cuadrados (es el 3° más extenso de la América del Sur), diez millones de habitantes y una infraestructura todavía muy pobre pero con recursos naturales inmensos (si lo sabremos nosotros, ahora que tenemos que pagarle el gas al precio que fijó Evo), a un bloque que ya tenía un territorio de casi 13 millones de kilómetros cuadrados y más de 275 millones de habitantes (cerca del 70 % de América del Sur). Ah, y un PIB de 4,58 billones de dólares, el 82,3 % del PBI total de Suramérica.
Más importante todavía que esas estadísticas, la membresía plena de Bolivia es un mensaje dirigido al resto del mundo: en la América del Sur hay un núcleo con el que hay que conversar en conjunto. Es cierto que no es una asociación económica tan sólida y exitosa como, por ejemplo, la Unión Europea :) . Pero existe.
Para tener una idea de qué puede pasar a partir de la incorporación de Bolivia, les acerco un par de noticias. La primera es de los medios brasileños, y muestra los dos proyectos en pugna ahí. El portugués es bastante fácil de entender por nosotros, y siempre está el traductor de Google. Practiquen, hagánme caso:
Foram necessários 21 anos para que o Mercosul – criado em 1991 por Brasil, Argentina, Uruguai e Paraguai – integrasse um quinto membro, a Venezuela, em 2012. Agora, o bloco comercial prepara-se para crescer novamente, ao elevar a Bolívia da categoria de Estado Associado à de Estado Parte.
A nova ampliação divide a opinião de estudiosos das relações internacionais.
De um lado, analistas mais liberais dizem que o Mercosul atrapalha a abertura comercial do Brasil para outros mercados e que, por isso, o país deveria privilegiar a construção de outros acordos bilaterais.
Pesquisadores com uma visão mais desenvolvimentista, por outro lado, consideram que a entrada da Bolívia é importante para dar novo fôlego ao bloco e à integração regional.
As negociações comerciais do Mercosul com outros blocos e outros países exige consenso entre os membros. Com mais um integrante, isso fica ainda mais difícil. Foi uma decisão política. Assim como na entrada da Venezuela, o governo não consultou o setor privado”, reclama José Augusto de Castro, presidente da AEB (Associação de Comércio Exterior do Brasil).
Castro cita que as difíceis negociações para um acordo de comércio com a União Europeia, que se arrastam há mais de dez anos, poderiam ser prejudicadas com a entrada da Bolívia.
Por outro lado, Igor Fuser, professor de Relações Internacionais da UFABC e defensor do Mercosul, avalia que a entrada da Bolívia será proveitosa para a indústria brasileira. Ele diz que a redução dos impostos de importação permitirá que o produto brasileiro concorra em melhores condições com os chineses, que vêm ganhando espaço no mercado boliviano.
Ele nota que a economia boliviana está em expansão, embora ainda seja pequena. “Desde que Evo Morales assumiu, o PIB dobrou e o consumo cresceu. E a integração tende a abrir mercado para empresas brasileiras na Bolívia, aproveitando mão de obra e energia mais baratas“.
Para una visión de lo que podemos hacer los argentinos, les acerco, por mi estilo pur, esta noticia de un diario bien opositor como El Cronista:
Argentina negocia venderle un reactor nuclear a Bolivia
La visita del presidente de Bolivia, Evo Morales, dejó más que la inauguración de la estatua de Juana Azurduy frente a la Casa de Gobierno.
Entre los acuerdos firmados para reforzar los lazos comerciales entre las naciones, Evo se llevó bajo el brazo un proyecto para el desarrollo de un reactor nuclear multipropósito que le entregó el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Argentina le compra gas a Bolivia. Como contrapartida, Bolivia le compraría el reactor.
El diseño y producción estarán a cargo del Instituto de Investigaciones Aplicadas (INVAP) y la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEA). Sería una exportación de tecnología de unos u$s 250 millones.
Tras recibir el plan de aporte argentino a la “ciudadela nuclear” que planea Evo en una locación cercana a la ciudad de La Paz, el mandatario boliviano visitó, junto a De Vido, la central nuclear Néstor Kirchner (Atucha 2), en Zárate, provincia de Buenos Aires. Al respecto, el presidente boliviano destacó que “es una obra admirable” y agregó: “venimos con muchos deseos de replicarlo en Bolivia“.
Mi informado amigo Daniel Arias me decía: “Todo lo que sé es que Evo quiere un reactor multipropósito de potencia todavía no especificada (10 Mega tal vez) para formar personal y fabricar radioisótopos médicos.
INVAP tiene un tiempo de construcción promedio de 5 años para este tipo de obras.
Ignoro aún si habrá licitación (no creo que la oposición boliviana permita una compra directa). Si la hubiera, entre hacer los pliegos y el proceso normal de compulsa, los tiempos de entrega de la obra se podrían duplicar.
Bolivia sería nuestro tercer comprador sudaca. El primero fue Perú en los ´80, con dos reactores (uno académico, de potencia cero, y otro de producción de 10 mega). El segundo, en 2010, fue Brasil con la firma del pacto Dilma-CFK para que INVAP construya dos reactores muy potentes, de 30 mega por pieza, uno en cada país, más de producción que multipropósito. Eso hoy está en fase de diseño.
Evo Morales, de paso por las Atuchas, habló de ir por más (¿un reactor de potencia?). El que viva lo verá, como solés decir“.
250 palos verdes no es despreciable, pero no es una operación importante. Si la destaco, es porque indica una de las áreas en que Argentina puede especializarse, en el “mercado (más o menos) protegido” del MERCOSUR, para fortalecer su presencia en el mercado global.
Todo esto, la misma incorporación de Bolivia, son posibles porque Brasil y Argentina – y los otros socios, protestando más – al fin de cuentas, siguen tomando la misma decisión estratégica: mantener el MERCOSUR (no hacerlo avanzar, como a muchos nos gustaría, pero eso deberá esperar coyunturas más propicias).
Un ejemplo muy claro fue hace justo un mes: Cuando, como señaló aquí Marcelo Falak, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la cumbre en Bruselas entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), descartó la posibilidad que la negociación excluya a la Argentina.
Los lectores memoriosos del blog recordarán que insisto en que a Brasil, y a buena parte de su élite, no les interesa sacrificar su industria en el altar del “libre comercio”. Y Argentina es una buena coartada para ellos (como Brasil para nosotros, en otras áreas).
Porque el MERCOSUR no es una unión económica, aunque se disfraza de eso. Fundamentalmente, es un acuerdo defensivo de intereses comunes. En un mundo donde es vitalmente necesario.

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