jueves, 11 de junio de 2015

MANUEL DORREGO, PADRE DEL FEDERALISMO ARGENTINO


Un día como hoy en 1787 nació Manuel Dorrego, padre del federalismo argentino, héroe de las batallas de la independencia y gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Acompañó a Manuel Belgrano en el Ejercito del Norte y resultó decisivo en los triunfos de Tucumán y Salta; asimismo, Belgrano quien lo ascendió a Coronel, dijo que no hubiera perdido en Vilcapugio y Ayohúma de haber contado con Dorrego.
Se enfrentó a Pueyrredón por resistirse a que el Imperio Portugués invadiera la Banda Oriental. Fue también un tenaz enemigo de Bernardino Rivadavia, quien llegó a la presidencia y declaró propiedades nacionales a las minas de todas las provincias; Rivadavia era el presidente del directorio de la Minning Association, una firma inglesa creada para la explotación de minas en Argentina. Dorrego publicó en su periódico El Tribuno, comprometedoras cartas de Rivadavia a la Banca Hullet, principal accionista de Minning Asociation. Pocos días después Rivadavia renunció al cargo de presidente.
Cuando asumió como gobernador de la Provincia de Buenos Aires se le ofreció el grado de general y Dorrego declinó tal honor, explicando que sólo lo aceptaría cuando se considerara digno de tal grado, es decir, cuando lo ganara en el campo de batalla. El 1º de diciembre de 1828, el General Lavalle, al mando de cuerpos sublevados del ejército dio un golpe contra su gobierno y lo obligó a escapar hacia el sur de la provincia, donde Dorrego, contra la advertencia de Rosas, esperó a Lavalle, pero en inferioridad de condiciones fue vencido y terminó apresado. El 13 de diciembre de 1828 en un campamento de Navarro se le comunicó que sería fusilado en una hora. Lavalle, pese al pedido para ser oído realizado por Dorrego a través del General Lamadrid, no cedió. La decisión de fusilarlo era política, ya estaba tomada y no podía ser revertida. Dejar a Dorrego con vida hubiese sido peligrosa para los intereses de los Unitarios que estaban acorralados por irregularidades y denuncias. Este terrible hecho cometido desde el poder de facto contra el gobernante legítimo inauguró para muchos la violencia política en la historia argentina.
El general San Martín en una carta a O’Higgins se refirió al hecho: “...Los autores del movimiento del día primero son Rivadavia y sus satélites y a usted le consta los inmensos males que estos hombres han hecho, no sólo a este país, sino al resto de América con su infernal conducta; si mi alma fuera tan despreciable como las suyas, yo aprovecharía esta ocasión para vengarme de las persecuciones que mi honor ha sufrido de estos hombres, pero es necesario enseñarles la diferencia que hay de un hombre de bien a un malvado”

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