lunes, 8 de junio de 2015

CHOQUE DE TEMPERLEY:



A menos de 24 horas de presentarse los nuevos coches motor eléctricos para el Ferrocarril Roca, una formación Diesel que se dirigía a Gutiérrez chocó una locomotora que se encontraba realizando maniobras. Esto ocurrió en la estación Temperley, donde hoy se realizaría el acto de presentación de los nuevos trenes.
El accidente ocurrió a baja velocidad, y todo parece indicar que fue premeditado, ya que ningún conductor tiene autorización para trasponer señales a peligro (en rojo) bajo ninguna circunstancia, excepto cuando obtienen autorización expresa por parte de Control de Tráfico, y aun en ese caso deben circular a precaución.

 Reglamento, culpabilidades

Según el audio difundido por el Ministro Florencio Randazzo, además de las dos violaciones a señales a peligro hubo desobediencia a las órdenes impartidas por Control de Tráfico; el conductor, cuando se le ordenó que se detenga para evitar la colisión, hizo caso omiso de los avisos y aceleró la locomotora, lo que terminó en el choque que todos conocemos. El video a continuación ofrece la versión completa de la conferencia de prensa de Florencio Randazzo.
Según el Reglamento Operativo (derivado del antiguo Reglamento Interno Técnico Operativo) el conductor bajo ninguna circunstancia debe sobrepasar una señal a peligro. Sólo en caso de que ésta sea del tipo automática, y sólo tras aguardar cinco minutos puede trasponerla pero haciéndolo a precaución, es decir, sin superar una velocidad de 5 km/h.
En la sección entre estación Plaza Constitución y Temperley la señalización es luminosa, de dos o tres aspectos. El recubrimiento es completo, es decir, cada tren está protegido por dos señales a peligro y una adicional a precaución (señal anaranjada). Hay dos señales absolutas en la vía 10 de la estación Temperley: al ingreso y al egreso de la misma. Trasponer una de ellas a peligro implica un riesgo cierto de colisión, ya que en la zona hay cambios de vía donde se maniobran las locomotoras que invierten sentido de marcha. Las fotografías a continuación, propiedad del Museo Ferroviario Ranchos, nos muestran detalles de la zona.
Foto 1: vista general de la estación Temperley. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Foto 1: vista general de la estación Temperley. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Foto 2: vista de la zona de  cambios de vía del lado norte de la estación. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Foto 2: vista de la zona de cambios de vía del lado norte de la estación. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Foto 3: formación Diesel avanzando hacia Bosques y Gutiérrez. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Foto 3: formación Diesel avanzando hacia Bosques y Gutiérrez. Foto de Museo Ferroviario Ranchos.
Al estar una formación detenida en andén, no puede partir si la señal de salida de su estación se encuentra a peligro. Sólo puede trasponer la señal si obtiene autorización de uso de vía para realizar maniobras, y siempre y cuando esa orden provenga en forma explícita desde Control de Tráfico, y debido al mal funcionamiento de la señal que gobierna la salida de la estación. Como vemos, no ha sido éste el caso.

Conclusiones

  1. El conductor violó dos señales a peligro: la de ingreso al andén, y la de la salida del mismo. Falta grave.
  2. El conductor ignoró las órdenes de Control de Tráfico para que detenga inmediatamente utilizando el freno de emergencia de la formación. Falta grave.
  3. El guardatren dio orden de salida al tren estando la señal de salida a peligro. Falta grave.
  4. De haber existido un sistema ATP, el mismo no hubiera sido del todo eficaz ya que el choque se produjo unos pocos metros más adelante, y el sistema ATP no es de efecto inmediato; debería haber existido un sistema ATS, que tampoco sería absolutamente eficaz debido a la heterogeneidad del material tractivo que circula por la zona.
  5. Al no haber existido problemas de salud en el personal de conducción afectado cabe señalar el hecho como un atentado criminal, cuyo fin de mínima fue afectar la inauguración de los nuevos coches motor eléctricos, y cuyo fin de máxima posiblemente haya sido asesinar decenas de personas inocentes con el delirante objeto de poner fin a la campaña presidencial de Florencio Randazzo.

Sospechas

Es muy difícil determinar qué motivó al conductor, Diego Sánchez, a cometer semejante atentado contra la vida de los pasajeros y contra el patrimonio de los argentinos; sólo se pueden elaborar conjeturas.
Una de ellas es que sea un mensaje de tintes mafiosos contra la creciente competencia de SOFSE contra Ferrobaires (o UEPFP, la empresa ferroviaria bonaerense), la cual ofrece servicios pésimos. Esta empresa, que posee un plantel de al menos veinte conductores por cada locomotora en servicio, ha protagonizado al menos un hecho de similares características; vale recordar el choque ocurrido en la estación San Miguel, del Ferrocarril San Martín, en 2011.
Otra sospecha es que el gremio conducido por Omar Maturano, al ver peligrar su statu quo frente a la muy posible victoria de Florencio Randazzo contra Daniel Scioli, lance estos ataques destinados a advertir contra una posible intervención del sindicato o la disolución de la empresa ferroviaria bonaerense. Recordemos que tras la aprobación en el Congreso de la ley que nos devuelve la empresa Ferrocarriles Argentinos, esta misma está habilitada a absorber los servicios ferroviarios provinciales, entre las otras concesionarias privadas.
Hay antecedentes de conductas netamente mafiosas. En 2011, un grupo de sindicalistas pertenecientes a La Fraternidad secuestró y abandonó, a punta de pistola, un tren que entonces operaba la empresa TEA, dejándolo varado en Caza Pava, provincia de Corrientes, con los pasajeros arriba de la formación.
Es lamentable el proceder de este sindicato, conducido por un trabajador que se moviliza en un automóvil un tanto oneroso para un legítimo trabajador del riel: un Audi A5.

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