En el día de la fecha he dado instrucciones a mis abogados para iniciar dos acciones judiciales referidas a las declaraciones que realizó la señora Elisa Carrió, en una entrevista con el diario La Nación. Por una parte, mi esposa, como madre de nuestras tres hijas solicitará una medida protectora para evitar el agravamiento del injusto daño, que sobre esas menores causan las afirmaciones de la señora Carrió; y por otra, estoy demandándola por los daños y perjuicios perpetrados a mi dignidad en esa entrevista.
Nada de lo afirmado por la señora Carrió es cierto. En la sesión de la Cámara de Diputados del 4 de julio de 2012 a la que se refiere, concurrí como jefe de Gabinete, expuse y contesté las preguntas de los diputados durante casi cinco horas ininterrumpidas. Allí la diputada Carrió no hizo uso de la palabra y mi visita se cerró con las respuestas al extenso interrogatorio formulado por el diputado Ricardo Gil Lavedra. En esa sesión se produjo una generalizada y acalorada discusión pero de ninguna forma humillé o destraté a ningún diputado; por el contrario, me saludé de manera cordial con la casi totalidad de los mismos al final de mi participación. La Cámara continuó en una sesión especial, y en ella sí intervino la diputada Carrió, pero, contrariamente a lo que afirma, no planteó ninguna cuestión de privilegio.
Fácilmente puede corroborarse la falsedad de los dichos de Carrió. Con sólo ingresar a la página de la Cámara de Diputados de la Nación, puede consultarse la versión taquigráfica y el video de la sesión a la que se hace referencia. Por otra parte, la restante afirmación de la señora Carrió ha sido también desmentida en el día de la fecha por el Gobernador de la provincia de San Juan, José Luis Gioja, a través de la Agencia Télam.
Por todo lo anterior resulta clara la falsedad de las acusaciones de la señora Carrió y la mala fe con que realizó las mismas.
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