viernes, 13 de febrero de 2015

GERMAN, SIEMPRE PRESENTE...!

60 aniversario del nacimiento de Germán Abdala: 12 de febrero de 2015

EJEMPLO DE MILITANTE SINDICAL Y POLÍTICO / Por Norberto Galasso

Había nacido junto al mar –en su querida Santa Teresita bonaerense– un 12 de febrero de 1955. "Mi viejo era comerciante, como mi abuelo, como todos los turcos... En Santa Teresita fui hasta segundo grado y luego seguí en San Clemente." Luego, estudia en Buenos Aires, en el colegio Manuel Belgrano, y a los 15 años ya milita en una villa de Parque de los Patricios y después, en otra, de Barracas.
Más tarde se afilia a la agrupación peronista Amado Olmos, enrolada en la CGT de los Argentinos, que preside Raymundo Ongaro. Y a los 20 años ya es delegado en los Talleres de minería del Estado. A los 22, junto a Víctor de Gennaro, funda la agrupación ANUSATE y da pelea a la burocracia gremial de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), expresada en Juan Roberto Horvath, a la cual derrotan en 1984, primera gran victoria de los trabajadores contra la burocracia cómplice de la dictadura militar.
Aún no ha cumplido 30 años cuando ya es secretario general de ATE Capital. Al año siguiente, junto a Carlos "Chacho" Álvarez funda la agrupación política Movimiento Renovador peronista de la Capital Federal.
En los dos frentes hay que dar la lucha y a ellos entrega todas sus fuerzas. Su claridad política, así como su conducta intachable y combativa, le ganan nuevas responsabilidades. En 1988 es ratificado por otros cuatro años como secretario de ATE Capital y en 1989 es electo diputado por el Partido Justicialista.
Pero gran parte de la dirigencia sindical y política del justicialismo se alinea junto al menemismo gobernante, traicionando las banderas históricas del ’45: privatizaciones, endeudamiento externo, contratos laborales ‘basura’, relaciones carnales con el imperialismo, indulto a los represores genocidas. Su respuesta es contundente: se aparta del bloque oficialista, integra en el Congreso el grupo disidente "de los ocho", renuncia a los cargos partidarios y a la afiliación. Y continúa su lucha de siempre.
En lo político, define: "Sostuvimos antes la necesidad del pacto social... Pero ahora, ¿con quién? ¿Con Pérez Companc? ¿Con Macri, acaso?" (1991). En lo sindical brega por la fundación de la CTA (Congreso de los Trabajadores Argentinos), defendiendo un modelo sindical democrático, combativo y antiburocrático. Pero ya está tomado por el cáncer y debe afrontar una larga sucesión de operaciones en el país y en el exterior.
Sin embargo, su espíritu se mantiene erguido y rebelde, sin vacilación alguna. En 1992 es elegido por un nuevo período como secretario de ATE Capital, y en noviembre del mismo año concurre al primer Congreso del CTA en Parque Sarmiento, donde levanta la voz para arengar a los compañeros. Está en silla de ruedas, flaco y pálido, pero con los ojos luminosos de quien está seguro de la victoria final.
Disculpe el lector que termine esta nota con algo personal. Estaba en un café de La Boca, por razones de trabajo, cuando escuché por radio la noticia de su muerte, ese fatídico 13 de julio de 1993, cuando tenía apenas 38 años y una vida de lucha ejemplar.
El golpe fue tremendo y olvidando compromisos redacté allí mismo esta despedida, que luego publicó un periodiquito militante que se llamaba En lucha por la liberación nacional. Se lo transcribo como un recuerdo:
"Chau, hermano..."
En esta época de traición y de infamia, cuando los tránsfugas festejan la orgía de la entrega, mantuviste firme tu bandera de lealtad a los trabajadores, con tu conducta inclaudicable. No pudieron con vos, Germán. No pudieron con tu indomable fe, con tu compromiso de sangre con la utopía de un mundo mejor. Por tu inteligencia y tu corazón grandote eras uno de los pocos dirigentes que podían mirar a los trabajadores a los ojos sin nada que ocultar, con la certeza de que andábamos buscando el nuevo camino. Por eso no pudieron con vos. No pudieron quebrarte la esperanza ni tampoco congelarte en ortodoxias impotentes. "El pacto social con quién?" te preguntabas y nos preguntabas hace dos años en una de tus últimas charlas... Cuando más débil la materia, más fuerte tu espíritu y tu coraje.
Te recordamos en el último noviembre con la sonrisa de quien sabe que más allá de todo, integra la caravana triunfadora capaz de salvar al hombre argentino y coadyuvar a un nuevo destino para la humanidad. Allí nos dijiste y ése fue tu último mensaje: "A mí no me va a matar el cáncer, me mataría, eso sí, la tristeza, si no logramos dar forma organizativa y presencia a este maravilloso fervor militante". Con esa fe nos diste fuerza para seguir, para creer, para luchar en la buena senda, la tuya y la nuestra.
Ahora, cuando más te precisamos, te perdemos. Pero ni siquiera la muerte podrá con vos, pibe, porque seguirás junto a nosotros, en tu conducta, en tu militancia, en tus ideas. Y tarde o temprano, como vos lo sabés, la victoria será nuestra y definitiva. Y estarás vos como siempre, Germán, como, ayer, como hoy, como mañana... Chau, hermano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario