lunes, 22 de marzo de 2010

Congreso del pensamiento nacional en Tandil. copiado de tirando al medio

Uno está acostumbrado a que los Congresos sean ámbitos de rosca y puja por cargos. Salvo este, el 4to Congreso del Pensamiento Nacional que congregó en Tandil a un variado arco de militantes, dirigentes, periodistas e intelectuales del peronismo donde el objetivo central fue debatir la situación actual y las perspectivas en lo político e ideológico.

Fue muy nutritivo escuchar exposiciones como las de Martín García, Julián Domínguez y Lucas Carrasco, por citar sólo aquellas que me parecieron las más sustanciosas. Marín García, a esta altura ya una suerte de leyenda viviente en la lucha por la comunicación alternativa desde la militancia peronista, describió muy bien el cuadro de situación en que se encuentra la ley de medios sancionada en octubre pasado, en tanto que el ministro de Agricultura hizo una defensa muy sólida de la Reforma Política, demostrando un nivel de formación importante, sorpresivo para muchos de los asistentes. Y Lucas Carrasco creo que definitivamente aportó las dos ideas centrales que me parecieron lo más profundo que dejó el 4to Congreso:

Su planteo es que algo está mal si quienes nos sacamos de encima al FMI, recuperamos los fondos previsionales y sancionamos una nueva ley de medios, entre otras acciones, nos preocupamos por TN y Sergio Lapegüe. La idea central, que seguramente él la desarrollará en su blog, es que un gobierno y una militancia que políticamente está a la ofensiva y ha concretado medidas tan fuertes no puede sentirse a la defensiva, he aquí una contradicción importante porque interpela a cierto discurso de la resistencia, tan caro al folklore militante. Un “temita de aquellos” ¿no?

Pero el planteo más jugoso fue el rescate que hizo del “partido del orden”. Es sencillo, en nuestras tierras, toda vez que sobreviene el conflicto y los grandes desbarajustes (el 2001, sin ir más lejos) se benefician las minorías poderosas y se perjudica el pueblo, de ahí que el hecho de garantizar el orden (pero orden con asignación universal y redistribución de riqueza) se transforme hoy por hoy en un valor de alto impacto para los sectores populares. Si “los partidos del orden” han sido históricamente fuerzas conservadoras, en las condiciones peculiares de la Argentina del 2010, garantizar el orden (o si se quiere este orden) es la mejor estrategia para que se pueda ir procesando democráticamente la demanda social.

El hecho de que estas dos ideas fueran muy bien recepcionadas por el 4to Congreso señala que lo que campeó fue la predisposición y la apertura a seguir pensando la acción política sin anteojeras, algo central y muy inherente, además, a la cultura política del peronismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario