jueves, 25 de febrero de 2010

un gran abrazo... De la Barbarie

Hijos
Posted: 24 Feb 2010 06:39 AM PST
Desde hace un tiempo me vienen obsesionando las historias de los nietos recuperados por las Abuelas.
Más precisamente, me obsesionan desde que tuve a mi hijo, hace dos años y medio. No es que antes no supiera, o no me importara, pero desde ese momento cada vez que leo cosas como ésta me pongo a llorar a moco tendido.
La maternidad (o paternidad) te cambia radicalmente. Entre otras cosas, te das cuenta realmente de que te vas a morir, de que en algún momento vos no vas a estar, pero que la vida de tu hijo va a continuar, sin vos. Y que, si bien esto es triste, también es bueno.
Pero las historias de los nietos, e hijos, secuestrados y apropiados por los secuestradores me hacen pensar que hay cosas peores que la muerte. Creo que, para un padre o una madre, la perspectiva de que tu hijo no sepa que es tu hijo resulta peor que la idea de la propia muerte.
Si muero antes de que mi hijo sea grande, quiero (y sé que lo harán) que su papá y toda su familia le cuenten la historia de la noche en que nació, las anécdotas de cuando era un bebé, que le muestren las fotos de cuando se rió por primera vez y de su primer cumpleaños. Que le digan sobre todo cuanto lo quiero, y cuan feliz me hace todos los días.
Ni me imagino la vida de Abel Madariaga, que vivió 31 años sabiendo que su hijo estaba vivo pero que ignoraba quien era, que tal vez pensaba incluso que sus padres lo habían abandonado o no lo habían querido. Que haya luchado 31 años con tanto tesón y esperanza me llena de una enorme admiración.
Cada una de estas historias es un triunfo, un triunfo al cual no podemos ni debemos acostumbrarnos. Porque cada uno de estos hijos es, en un sentido, el nuestro.
Y ahora, me voy a buscar a mi hijo al jardín, y darle un abrazo bien fuerte.

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