viernes, 10 de julio de 2015

DESPEDIDA A UN HIJO



El hijo de un detenido-desaparecido durante la dictadura militar se suicidó en la ciudad de Campana. Es Hernán Emilio Calogerópulos, de 40 años, padre de tres niñas, integrante de la murga de Campana y vecino del barrio San Jacinto de esa ciudad. Aunque la noticia se conoció ayer, el hecho ocurrió el sábado. Hernán, o Nacho para sus amigos, era hijo de Ramón Demetrio Calogerópulos, desaparecido desde el 13 de septiembre de 1976, mientras que su madre murió hace seis años afectada de una enfermedad terminal. La organización HIJOS de Zárate-Campana recordó en un comunicado que “Hernán Emilio Calogerópulos era querellante junto a su hermano mayor, Adrián Calogerópulos, en la Causa 4012, Caso AREA 400, que se instruye en el Juzgado Federal de San Martín, a cargo de la jueza Vence”. La agrupación señaló: “A Nacho le dolía la vida, le dolían tantos años de ausencia, esa figura saqueada por la dictadura cívico-militar. Sufría porque en la ciudad de Campana, con sus miradas sectarias, discriminatorias y prejuiciosas seguía siendo señalado como el hijo de desaparecido. A Nacho lo lastimaba no tener un trabajo como cualquiera. Con su oficio de soldador montó una carpintería metálica, que lo ayudaba a sobrevivir. Las marcas permanentes por ser hijo de desaparecido, las puertas cerradas siempre no sólo se presentaban en él, se reflejan en todos los hijos del interior de este país, aunque la ciudad de Campana esté tan cerca de donde atiende Dios”. En 2011 se suicidó en Mar del Plata otra integrante de HIJOS, Virginia Ogando, quien buscaba a su hermano nacido en cautiverio, mientras que en abril se quitó la vida Pablo Atanasui, el nieto recuperado número 109.

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