viernes, 17 de abril de 2015

PASO POLEMICAS, DE PAJARO ROJO

 SCIOLI O RANDAZZO, esa es la alternativa real

POR NAHUEL COCA*
Desde hace unos meses, los peronistas tenemos un grave problema. La cantidad de opciones para las PASO de agosto son abrumadoras: Scioli, Randazzo, Taiana, Uribarri, Domínguez, Aníbal Fernández. Está claro que el candidato que según todas las encuestas lleva la punta es el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Este dato desconcierta a propios y ajenos por tratarse del más menemista de los kirchneristas, lo que ya es bastante.
Las opciones más puras decantan solas si se busca un perfil de militante de bases con una foja de servicios al movimiento que sea intachable, y ahí está Jorge Taiana, que pasó la dictadura entera a disposición del PEN (y que incluso fue compañero de reclusión de Luis Salinas, hermano del Pájaro). Taiana fue, más cerca en el tiempo, uno de los artífices silenciosos de la integración argentina con los mercados emergentes, especialmente con su aliado natural Brasil, y sobre todo con los países que con el vecino forman el bloque de los BRICS. Es el que mejor entiende el lugar de Argentina en el mundo y en el tiempo que vendrá, y nadie le puede ganar en esta materia.
Taiana dejó el gobierno en 2011 sin romper cristales, en lo que consideraba un acto de dignidad política, frente al ascenso de muñecos importados de otros espacios como Amado Boudou y la llegada casi en oleadas de funcionarios veinteañeros que apenas sabían quién había sido Héctor Cámpora. Taiana volvió a las bases, al Movimiento Evita, y desde allí impulsa su candidatura con una militancia organizada y en muchos casos, más genuina y menos demonizada.
“De lo que hay, es lo mejor” podría decir algún compañero. Y tendría razón. No es para conformarse y nada más: la candidatura de Taiana es realmente digna y es el hombre más preparado para conducir la siguiente etapa de profundización de las políticas que el kirchnerismo viene impulsando con una constancia arrítmica – o con ritmo de free jazz, si se quiere – desde 2003.
Sin embargo, después de agosto sólo uno quedará en pie. Y con Scioli como número puesto, se debe terminar con la fantasía (tan fácil para muchos compañeros) de que votando con el corazón llegaremos a la otra orilla. Hay que bajar a Scioli en agosto dejándolo segundo en las PASO, no sólo para que este amigo confeso del establishment no alcance la presidencia, sino para poner en vereda a la corte de agrogarcas y duhaldistas de la última hora que lo acompañan. Muchos son, en sus respectivos pagos, cuadros reconocidos. Los grabados de Goya también lo son, y dan terror.
Otra buena excusa para votar a quien tenga reales chances de desbancar a Scioli en las PASO es la proyección de las elecciones de octubre en un escenario de ballotage. Si el ex motonauta tuviera que vérselas con Mauricio Macri, la diferencia entre ambos sería muy poca. Los dos hablan del mismo tipo de gestión, los dos comparten amigos y socios, los dos apuestan por la tinellización de la cultura, de los medios y también del fútbol. De la mano de Scioli, Tinelli llegaría rápidamente a ser el nuevo padrino del fútbol y sus negocios; Macri no vería con malos ojos tampoco la llegada del cabezón al poder total en la AFA.
Ambos – Scioli y Macri – serían una garantía de regreso al menemismo más puro: Macri sería una garantía de por vida, ya que es difícil que el chancho vuele. En cambio Scioli nos sumiría en la confusión de regresar a los tiempos menos épicos de nuestra reciente experiencia política al mismo tiempo que levanta las banderas de Néstor y Cristina, y todo en cámara lenta, como quien no quiere la cosa.
Lamentablemente, ni Taiana ni Domínguez – otro cuadro con mucho para dar al movimiento – ni Aníbal Fernández miden en las encuestas lo que se necesita para ganarle a Scioli en las PASO de agosto. 
El único que puede ganarle a Scioli en agosto y quedar definido como candidato a presidente para octubre es este flaco que hablará más abajo. La gente de todo el país lo conoce y por cosas positivas, dos datos que no son para nada menores. Se hizo cargo de dos cuestiones fundamentales para la vida cotidiana de una buena parte de los argentinos, como fue la renovación de los DNI y la transformación histórica y en tiempo récord de los ferrocarriles.
Cierro esta nota pidiéndole a los compañeros que no hagan votos testimoniales. No se está eligiendo al mejor compañero del curso: se está inclinando una balanza desigual en favor del proyecto nacional y popular. Votar a Taiana, Uribarri, Domínguez o Fernández no es más que una gran ayuda para Scioli. Para ser el mal menor, la verdad es que el flaco Florencio Randazzo es un hombre con una capacidad de trabajo que pocos igualan. Tiene el carácter necesario para sacarnos de la sequía de hermandad que nos acecha. Sobre todo, ha demostrado una lealtad con Néstor y Cristina que no muchos tuvieron, dejando para más adelante sus propias ambiciones con tal de apagar los incendios que sus propios compañeros del gabinete muchas veces avivaban. Ha llegado la hora de encarnar todas las consignas en un voto, y evitar que gane Scioli votando a candidatos sin chances. Eso es tirar estos doce años por la borda, y todavía estamos lejos de la orilla que soñaban Evita y Perón.
*Peronista de 4ta generación(con papele

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