sábado, 18 de abril de 2015

LA HISTORIA DE LA EMPRESA QUE PUDO HABER TERMINADO CON EL MONOPOLIO DE PAPEL PRENSA

CRIMEN DESTAPADO. El derribo del vuelo 901 de Austral (1977, 30 muertos) le habría garantizado a Papel Prensa no tener competencia

Hacia mucho tiempo que no veia por la tele (es, quizá, que no miro mucha tele porque a esa hora trabajo) una historia tan interesante. Un gran trabajo de Mauro federico en el programa Minuto Uno que conduce Gustavo Sylvestre por C5N. El que avisa no es traidor, cliqueen aqui y no se lo pierdan. A continuación, una síntesis mejorada de lo allí publicado. JS


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El programa Minuto Uno, que se emite de lunes a viernes por C5N, presentó anoche informe exclusivo con un testimonio revelador que denuncia una tragedia aérea como parte de un plan macabro para eliminar a la empresa “Papel de Tucumán”.

Según afirmó​ el ingeniero​, Jorge Oscar Bojanic, quien participó en el proyecto de Papel de Tucumán, existió un plan para dar fin al proyecto, en el cual influyó la última dictadura militar.

El jueves 7 de mayo de 1981 el vuelo 901 de Austral debía arribar a la ciudad de Buenos Aires procedente de Tucumán a las 11 de la mañana. El avión nunca llegó a destino. Según reveló Bojanic, cuatro personas fueron retiradas del avión antes del despegue.

Contradiciendo las órdenes de la dictadura militar, el gerente general de Papel de Tucumán, Carlos Cañete, decidió trasladarse a la ciudad de Buenos Aires para transmitirle a las autoridades del gobierno de facto la necesidad de trasladar la planta al delta entrerriano.

El avión que trasladaba a Cañete nunca llegó a destino. El vuelo se estrelló en las aguas del Río de la Plata llevándose la vida de 30 personas.

Bojanic estuvo en Aeroparque el día del accidente, según su testimonio aC5N. Mientras esperaba el arribo del vuelo se encontró con​ ​​Heriberto Jorge Baeza, lugarteniente de Oscar Camilión, funcionario de la dictadura, amante de Ernestina Herrera de Noble y hombre de Clarín, que estaba en manos del desarrollismo.

Según Bojanic, en un plan orquestado por la dictadura, se instalaron explosivos en el avión que trasladaba a Cañete​ junto a un altímetro programado para que explotara ni bien despegara el avión (se le echaría la culpa a los ya desarticulados Montoneros), pero eso no ocurrió. Por lo tanto, explicó Bojanovic, explotaría cuando perdiera altura.

Así las cosas, Baeza ordenó atravesar un camión en la pista de Aeroparque dónde el avión debía aterrizar, obligando al piloto a remontar vuelo, mientras desde la torre se le buscaba una pista alternativa pero el avión cayó a las aguas del Río de la Plata a la altura de Quilmes.

Bojanovic explicó que el avión explotó cuando volaba a baja altura a unos 400 o 500 km. por hora, y que a pesar de que el río no tiene allí más profundidad que 3,50 metros, oficialmente las cajas negras nunca se encontraron aunque él sabe que si las encontró un equipo de buzos de La Boca y se las entregó a Baeza.

Tras el fatal ​”accidente​”​ y con la muerte de Cañete, el proyecto de Papel de Tucumán volvió a foja cero y se continúa construyendo una fábrica en Tucumán que nunca elaboró papel de periódico. ​Con lo que Papel Prensa se quedó sin competencia.

El relato de Bojanovic acerca de la guerra que mantenían en plena dictadura el Grupo Clarín y los hermanos Bulgheroni, principales accionistas de Papel de Tucumán, es alucinante.

Bojanovic -que tiene un hermano desaparecido- dijo que se atreve a contar esta historia ahora porque la camarilla de Antonio Stiuso y sus secuaces ya no están al frente de la Secretaría de Inteligencia.

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