Vag-Fabricaciones Militares producirá más de mil vagones para el Ferrocarril Belgrano Cargas. Para su diseño y construcción buscan organizar una red de proveedores alrededor de un esquema con alta integración local del producto.
Agencia TSS - El reciente impulso destinado desde el Estado al sistema de transporte ferroviario abre la posibilidad de recuperar las capacidades locales de producción, todavía latentes en muchos de los talleres dispersos por el territorio.
Hasta mediados de la década del ‘70, la industria ferroviaria supo ser un sector pujante de la economía argentina, en torno al cual se articulaban y tomaban impulso otras industrias como siderurgia, química y petroquímica. Un caso testigo de la época fue el complejo industrial de Fabricaciones Militares, creado en 1941 y hoy parte del Ministerio de Defensa, que llegó a contar con 14 establecimientos productivos y participación en 10 sociedades industriales como SOMISA, ATANOR y Petroquímica Río Tercero.
Posteriormente, la economía atravesó un proceso de apertura y desregulación con una retirada creciente del Estado en las actividades productivas y un fuerte retroceso en la industrialización. La década del ‘90 aceleró esta tendencia y ocasionó la pérdida de capacidades técnicas, conocimiento específico y la coordinación estratégica en las cadenas productivas nacionales.
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El contrato estipula la entrega de 50 vagones Tolva Granero, 400 Vagones Plataforma Portacontenedor y 600 vagones Espina Portacontenedor.
“Hasta los años ’80 supimos tener una industria ferroviaria muy fuerte; esa industria después se desintegró y quedaron algunos talleres. Pero, fundamentalmente, se desmanteló toda la red de proveedores”, dice a TSS Santiago Rodríguez, titular de Fabricaciones Militares, que en la actualidad cuenta con un establecimiento en Rio Tercero, Córdoba, donde se retomaron los trabajos de producción de material rodantes gracias a la estatización del Ferrocarril Belgrano Cargas.
A diferencia de lo sucedido con el plan para la renovación de trenes de transporte, para el que se adquirieron formaciones provenientes de China, la recuperación por parte del Estado del Belgrano Cargas contempla la integración de las capacidades instaladas en la Argentina. Así lo demuestra el convenio firmado por la línea de trenes y Fabricaciones Militares para la construcción de 1.050 vagones de diseño y fabricación nacional, por un monto de más de 972 millones de pesos. El contrato estipula la entrega de 50 vagones Tolva Granero, 400 Vagones Plataforma Portacontenedor y 600 vagones Espina Portacontenedor. El proyecto buscará darle trabajo a más de 200 trabajadores.
“Lo que se está haciendo es rearmar una red de empresas, primero con los vagones de carga que es en lo que nosotros nos estamos focalizando porque es la necesidad mas inmediata y en lo que se pueda dar una respuesta técnica de calidad rápidamente”, comenta Rodríguez, quien también se desempeña como ‎secretario de Ciencia, Tecnología y Producción en la cartera nacional de Defensa. Con la premisa de maximizar el contenido nacional, las expectativas de la iniciativa apuntan a lograr más del 80 por ciento de integración local de los vagones fabricados. También se prevé la posibilidad de exportar la producción a países de la región como Uruguay y Paraguay, ya sea en partes o el producto completo.
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Santiago Rodríguez, titular de Fabricaciones Militares.
“En términos de red de proveedores, la industria metalmecánica en la Argentina es muy buena. Tenemos una industria automotriz fuerte, una industria aeronáutica que también lo supo ser y que se está recuperando y una industria nuclear interesante. Es decir, que hay capacidades técnicas de sobra en el sistema tecnológico para hacer un producto de estas características. No vamos a buscar a quien era proveedor de ferropartes hace 40 años, sino que se busca y califica a proveedores que sean buenos y estén en condiciones de hacer piezas metálicas de distinto tipo y se los desarrolla para este nuevo proyecto”, afirma el funcionario.
El material rodante fue diseñado por el equipo de ingenieros de Fabricaciones Militares y será producido en los talleres de Río Tercero, que cuentan con una nueva línea de producción donde ya se han iniciado los trabajos. En la búsqueda de mayor competitividad se optó por un sistema de producción semiautomático que combina procesos manuales y otros mecanizados, como robots y dispositivos con algún grado de automatización.
“Esto cambia mucho lo que era la producción hace 50 años. En la industrialización por sustitución de importaciones se promovía hacer toda la producción localmente y también se tendía a grandes establecimientos integrados vertical y horizontalmente. La producción moderna es más abierta. En el caso de la fabricación de vagones, por sus propias características, hablamos de una organización que contempla una red de proveedores que aportan a una empresa líder, que es la que se encarga de diseñar e integrar. Para que esto funcione es necesario incorporar técnicas y tecnologías que permitan que cualquier empresa proveedora pueda hacer la misma pieza”, advierte Rodríguez.