martes, 24 de marzo de 2015

LOCOS Por El HUMOR


Una joven argentina se exilia en España y, para obtener la ciudadanía, acepta casarse en Madrid con Manolo, un torero.

Manolo está muy enamorado de la bella porteña, pero es muy conservador y en la noche de bodas se decepciona profundamente cuando comprueba que la muchacha no era virgen.

Muy enojado le reclama:
- ¿Por qué no me dijiste que no eras virgen?

A lo cual ella le reprocha:
- ¿Por que no me dijiste que tenías un solo testículo?

El torero, entonces, le responde indignado:
- ¡Mujer, que lo mio fue una cogida!!!

- ¿Y que te crees que fue lo mío? ¿Una pedrada?

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