Durante los últimos años se han generado en Rosario las condiciones de distribución del mercado narco, mediante el reclutamiento y explotación, por parte de la policía, de bandas de jóvenes pobres adictos, humanamente deshechos por la droga y el trato con las “fuerzas del orden”.

“Ningún negocio ha crecido tanto como el narcotráfico en la provincia de Santa Fe: los datos oficiales de la policía dicen que hasta 1988 la cocaína incautada era de 200 gramos por año desde 1973, en 2012 fueron 400 kilogramos. Dos mil veces aumentó la circulación en menos de un cuarto de siglo. Ninguna otra actividad económica tuvo semejante desarrollo. Ni siquiera la soja y sus derivados” (Del Frade, 2013).[2] Los números de la ganancia anual se pueden calcular, según del Frade, en los siguientes términos: “Si 400 kilogramos de cocaína fueron secuestrados de manera oficial durante el año 2012, hay que pensar que se mueven diez veces más, según las recomendaciones de los estudiosos colombianos. Y si el precio mínimo es de 150 pesos por gramo de cocaína de la llamada alita de mosca, el monto total sería de 600 millones de pesos en un año, sin estirar. Por lo tanto, si de un kilogramo de cocaína se pueden sacar por lo menos otros cinco, el monto del circuito económico supera los 3 mil millones de pesos en un año” (íd.).